Lucas 12, 49-53
La lucha del cristiano para ayudar a extender el Reino de Dios, es una guerra anunciada.- Y en esa guerra tendremos que tomar partido porque no hay sino dos opciones: Dios o el Diablo. La división reinará en todas las instancias: unos estarán de acuerdo con la vida evangélica, proclamada y vivida por Jesús. Vida de amor y servicio al Padre y a los demás, entendiendo que esa es la única manera de llegar a ese Reino de paz y de justicia. Y otros verán como un contrasentido, una contradicción, o como una pendejada eso de que "el poder es para servir y no para ser servido", eso de "amar a los demás como a nosotros mismos", eso de que "todos somos iguales". La decisión es nuestra, pero "no podemos servir a Dios y al dinero", "a Dios y al mal". "El que no recoge conmigo, desparrama". Perdamos las cosas materiales que no duran sino un ratico, pero aseguremos el tesoro "que no puede puede ser corroído ni por el orín ni por la polilla".
Propósito: Hoy recordaré y meditaré sobre la canción de Juanes: "La vida es un ratico".
¡FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Octubre 26 de 2017
J. RUIZ
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