Juan 1, 19-28
Testimonio desde la humildad del abandono y del "no ser".- Ayer veíamos a María, la Reina de la humildad desde el abandono total a la voluntad del Padre. Y hoy a Juan, "el más grande hombre nacido de mujer", según el mismo Jesús, que, desde la humildad del "no soy" ni el Mesías, ni Elías, ni el profeta, nos enseña que uno, para ser grande, no necesita ser sino lo que es, lo que le correspondió ser, pero siéndolo bien, sin estar tratando de representar papeles que no le correspondieron en el "teatro" de la vida. Juan bien pudo decir, cuando se lo preguntaron, que sí, que él era el Mesías, y con toda seguridad, muchos le habrían creído. Pero él sabía cuál era su papel. "Yo soy la voz que grita en el desierto: enderecen el camino del Señor". Yo soy sólo el instrumento, soy la voz, no la Palabra. Ése era Juan y Ésa era María: el que "no era" lo que no era, y la que se abandonaba sin más a la voluntad del que sí era. Ejemplos vivos de lo que debemos procurar ser los cristianos, con la ayuda y la fuerza del Espíritu Consolador.
Propósito: Hoy, y siempre, procuraré no aparentar ser más de lo que soy-
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Enero 2 de 2017
J. RUIZ
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