Marcos 1, 40-45
Los leprosos, como los excluídos de la sociedad, siguen existiendo.- La terrible enfermedad que pudre las carnes de la persona, lo que hacía antiguamente que fueran separados de los centros urbanos, ya, gracias a Dios, casi no existe. Pero sí existen otras lepras, talvez de peores consecuencias, y por las que la sociedad sigue marginando a los que las padecen: raza, cultura, religión, pobreza, idioma. Son los que significan muy poco o nada en las estadísticas de producción, o en la posesión de bienes materiales. Entonces los cristianos no podemos olvidar a qué y a quiénes vino nuestro Maestro. Vino a incluir a todos los excluídos por cualquier causa o razón, en la lista de los bienaventurados. Y a nosotros nos corresponde continuar su tarea, yendo, como dice el Papa Francisco, a la periferia, en donde huele a oveja, porque la Iglesia debe ser pobre y para los pobres.
Propósito: Hoy procuraré concientizarme de que en mi iglesia no debe haber excluídos de ninguna clase. Jesús y su Misericordia, son regalo del Padre para todos los hombres.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Enero 12 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario