Juan 16, 29-33
Ese es el momento temible en la vida de todo ser humano: aquel en el que, por cualquier adversidad, todo el mundo, amigos y hasta familiares, nos deja solos. Pero Jesús nos enseña que, si hay fe, confianza verdadera en el Padre, nunca estaremos solos. Acordémonos del padre misericordioso de la parábola: por más reprochables que fueran las actuaciones de su hijo menor, nunca lo abandonó. Al contrario, todos los días esperaba con añoranza y los brazos abiertos su regreso. No olvidemos que Él todo lo puede, porque "..yo he vencido al mundo".
Propósito: Hoy, y en adelante, procuraré tener siempre presente que, por duras que se pongan las cosas, yo no estaré solo ya que: "No estoy solo, porque el Padre está conmigo".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Mayo 9 de 2016
J. RUIZ
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