Lucas 1, 26-38
"Porque ninguna cosa es imposible para Dios". Ni siquiera que ese Dios decida hacerse como nosotros, para poder rescatarnos del abismo del pecado en que habíamos caído, encarnándose en la criatura más perfecta que encontró en su propia Creación: María, una joven tan humilde, sencilla y desprevenida que talvez sólo Él la había notado. De veras es algo de no creer. Pero ella, que se considera nada ante el Dios que adora, y que cree de verdad en su omnipotencia, encuentra lo más normal la situación y sólo dice: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. La humildad, la sencillez, la compasión y la misericordia, tienen un brillo especial que sólo reconocen los que acogen, aceptan y aman la Palabra de Dios y la ponen en práctica. Matriculémonos en esa escuela y, con la ayuda de Dios y de María, seremos capaces de llegar. No olvidemos que "ninguna cosa es imposible para Dios".
Propósito: Hoy repetiré con mi Madre: "Hágase en mi según tu palabra".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes.Diciembre 8 de 2014
J. RUIZ
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