Mateo 1, 18-24
¡Qué puñado de virtudes encontramos en los protagonistas humanos del Evangelio de hoy! María, la "llena de gracia" por su fe, humildad y sencillez. José, de quien la Biblia, que tan poco habla de él, lo dice todo en una palabra: "era justo". Justo no es el que "da a cada cual lo que le corresponde". Justo, en el lenguaje bíblico, es el hombre que sólo piensa en hacer la voluntad de Dios, aun a costa de su reputación, aun a costa de su propia vida. Imagínense: José, antes de estar con su esposa, se entera de que ésta está encinta. En nuestra cultura de hoy, machista e individualista, esto hubiera sido el acabóse. Y también en la de aquella época: María habría podido ser hasta apedreada, si José la hubiera acusado de adulterio. Pero él la amaba tanto y tan incapaz era de hacerle daño, que, aun a costa de su reputación, decide más bien abandonarla en silencio. José estaba "inventando" la "ley de la caridad" antes de que fuera promulgada: amar a nuestros enemigos (no sólo a los amigos), dar hasta más allá de nuestras posibilidades (no sólo lo que nos sobra). Estamos en el "Año de la Familia". Aquí tenemos el modelo, que pronto se completará con el nacimiento del Niño Jesús, al que todos debemos aspirar a imitar, con su ayuda, en nuestro diario peregrinar hacia la Casa del Padre. Ese es el Reto.
Propósito: Hoy meditaré en la fe sin pretensiones, fe de carbonero, de José, el carpintero de Nazareth, para ser capaz de dejar todo en manos de Dios.
¡ FELIZ DÍA,JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Diciembre 18 de 2014
J. RUIZ
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