Lucas 5, 33-39
Si el vino de la Antigua Alianza era la Justicia, el de la Nueva es la Misericordia.- Y necesitamos un corazón nuevo que conserve puro y añeje, como se debe, ese vino nuevo, sin que se avinagre ni pierda su sabor. Así ese corazón vivirá alegre, de fiesta, porque el Novio está presente, y nadie se pone a ayunar en una fiesta. Y si un día, por cualquier circunstancia, no está, entonces sí será tiempo de llorar, de lamentarse, de ayunar y de hacer penitencia. Procuremos mantenernos en la presencia de Dios para que nuestra fiesta y alegría sean permanentes. Y si nos llegamos a alejar de Él, volvamos pronto arrepentidos, que Él, como el Padre del Hijo pródigo, nos estará esperando con los brazos abiertos y su corazón pronto al perdón y a la misericordia.
Propósito: desde hoy trataré de no alejarme más de mi Padre: quiero vivir de fiesta.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Septiembre 7 de 2018
J. RUIZ
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