Lucas 2, 36-40
Ana, la profetisa, debió ser una de las Vírgenes Prudentes: siempre lista, sirviendo a Dios con ayuno y oraciones.- Por eso, cuando "llegó el esposo" con toda su alegría, ella estaba allí para recibirle y disfrutar de ella y participarla a "todo el que aguarde la liberación". Porque ella, que había perseverado, supo que con ese niño que José y María presentaban en el templo, había llegado la salvación de la humanidad. Y que, a pesar del mal que trata de imponerse en el mundo y que tanta bulla hace para parecer más grande, el bien siempre saldrá triunfante, porque es él quien definitivamente, mueve al mundo. Porque como dice Juan en su primera carta 2,17: "El mundo pasa con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre". Pensemos en eso en este final de año, sin tristezas. Más bien con la alegría de la esperanza del triunfo del bien, y alabemos y agradezcamos a Dios por ello, y teniendo como modelo de perseverancia a Ana, la de Fanuel.
Propósito: Hoy recordaré que la manera de alcanzar la salvación, es perseverando en hacer la voluntad del Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Diciembre 30 de 2017
J. RUIZ
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