Lucas 10, 21-24
Para ser agradecido hay que ser humilde y para ser humilde hay que ser consciente de nuestra pequeñez.- Jesús está feliz porque sus enviados, los primeros discípulos, habían llegado también felices de su primera misión. Y lo que hace, para celebrar, es bendecir y agradecer a Dios porque "has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños". Para los humildes y sencillos, y, por lo mismo, pequeños, todo es novedoso, de todo se pueden maravillar, todo les parece grandioso, y todo, absolutamente todo, es digno del agradecimiento del corazón. Para ellos todo es obra de la misericordia y bondad infinitas de Dios y por eso toda la gloria es de Él y para Él. A ellos sólo les toca agradecer, porque todo les es concedido por gratuidad y no por mérito alguno.
Propósito: Hoy mi petición será: Señor, acrecienta mi gratitud.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Diciembre 5 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario