Mateo 23, 13-22
La hipocresía y la soberbia no son, en modo alguno, del agrado del Señor.- En varias oportunidades hemos sido testigos de los reproches, cada vez con palabras más fuertes, con que Jesús los enfrentó, hasta que, finalmente, ellos fueron determinantes en su condena a muerte. Es que Él no podía soportar que ellos se creyeran los únicos poseedores de la verdad y que, solamente por eso, ya se creyeran los mejores y, desde ya, salvados para la eternidad. No soportaba que quisieran envolver la verdad y la misericordia en formalismos que las hacían inoperantes en la vida real. Y aún hoy seguimos haciéndonos merecedores de esos reproches, aunque, afortunadamente, parece que, bajo la dirección del Papa Francisco, ya la Iglesia quisiera corregir el rumbo. Sin embargo, los recalcitrantes, no quieren que eso se dé, y hasta de anticristo han tildado al Papa. Esperemos que el Espíritu Santo lo guíe por los caminos de la misericordia, clave de una verdadera lectura evangélica, y que la Primavera que él en buena hora ha propiciado, pueda florecer y dar frutos sanos y abundantes.
Propósito: Hoy, el Santo Rosario, lo ofreceré por las intenciones del Papa Francisco.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Agosto 28 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario