Mateo, 18, 15-20
Si la convivencia con la familia es difícil, cómo no lo será con los de fuera,.- Y es una relación que hay que cuidar y hay que saberla cuidar porque se asienta en pilares muy delicados: la confianza en el otro y en nuestra propia susceptibilidad. Primero que todo debemos evitar juzgar a los demás y, si hay algo en su conducta que no nos parezca correcto, es con ellos directamente con quien primero tenemos que tratar, esperando que ellos lo comprendan o, también, que tengan una explicación razonable y sensata y estar abiertos a reconocerlo si así fuere. No somos jueces y debemos ser solidarios y misericordiosos, y procurar actuar en comunidad para que se pueda dar aquello de: " donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Propósito: Hoy, y en adelante, evitaré los prejuicios en mis relaciones con los que me rodean.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Agosto 16 de 2017
J. RUIZ
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