Marcos 12, 35 - 37
Cuando hablaba Jesús, "la muchedumbre le oía con agrado".- Y le oían con agrado porque Él "hablaba como quien tiene autoridad", no de oídas, sino porque vivía lo que decía. Y porque lo que decía y vivía eran las cosas sencillas de todos los días, quienes le oían con agrado eran los sencillos y humildes, aquellos que sentían que las cosas que decía tocaban con sus propias vidas. En cambio los que sentían que esas cosas cuestionaban su forma de vida, sus valores y principios, no le creían y seguían preguntándose si ése si sería el Mesías prometido, porque no estaba a la medida de sus deseos, no era como ellos creían que debía ser. Procuremos tener nuestro corazón abierto para sentir y escuchar todas las formas que Dios tiene de hacerse oir por nosotros: una conferencia, una lectura, una conversación, el encuentro con un desplazado, con un perseguido. Escuchémosle con agrado, vivamos sus enseñanzas y su Reino habrá comenzado a hacerse realidad entre nosotros.
Propósito: Hoy trataré de reconocer la Palabra de Dios en las lecturas que haga y en los encuentros que tenga.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Junio 9 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario