"...Viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros".
Mateo 5, 1 - 12
Las Bienaventuranzas son la Ley de la Nueva Alianza.- Están basadas en el amor, el perdón, la misericordia y la alegría que produce el vivir estas nuevas normas con el espíritu cristiano, evangélico y de comunidad que Jesús, con su vida, sus palabras y su muerte, nos enseñó. Y, si las vivimos de esta manera, también la esperanza de la recompensa prometida, será aliciente y será motivación más que suficiente para no olvidarlas, y para recordar que Jesús es la fuente de donde manan todas estas normas de bienaventuranza y que, por lo tanto, debemos permanecer en Él y con Él, aunque arrecien las persecuciones y las incomprensiones por causa de su nombre. Entonces, seremos bienaventurados y felices en plenitud.
Propósito: Hoy procuraré ser amable con todo aquel que me cruce en mi camino.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Junio 12 de 2017
J. RUIZ
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