"...En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
Mateo 11, 25-30
El corazón no es sólo una víscera.- A veces las palabras que indican cosas materiales sirven para señalar cosas no materiales, que no vemos, pero que pueden ser mucho más importantes. Cuando decimos: corazón, no sólo hablamos de sangre, bombeo, motor, sino de sentimientos: cariño, compasión, misericordia, amor. Hoy es la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, y estamos conmemorando, no el órgano que sostuvo su vida en la tierra, sino aquel lleno de amor por la humanidad, hasta el punto de sufrir lo indecible y dar su vida misma por ella. Aquel en el que siempre hemos podido "hallar descanso para vuestras almas, si estáis fatigados y cansados, porque mi yugo es suave y mi carga ligera". El Corazón de Jesús es un corazón de Padre-Madre, en el que sólo caben los buenos sentimientos por nosotros, sus hijos, y que siempre desborda perdón y misericordia por nuestras infidelidades.
Propósito: Hoy repetiré cada que lo recuerde: ¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío!
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Junio 23 de 2017
J. RUIZ
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