Lucas 15, 1-10
No prejuzguemos: los prejuicios no tienen nada que ver con el Evangelio.- Imaginémonos a Jesús entrando a un restaurante popular a comer y a compartir con prestamistas de paga-diario, con borrachos, con prostitutas, con tramoyeros de toda clase. Y a los fariseos de hoy, los rezanderos de misa y comunión diarias, que creen que por esto no necesitan arrepentirse ni pedir perdón, que no se consideran enfermos, parados en la esquina comentando: "Mira éste con la gentecita que se reúne. Dime con quién andas...". No hay que hacer mucho esfuerzo imaginativo, verdad? No han tenido tiempo en la iglesia, mientras le recuerdan a Dios lo buenos que son, de pensar en lo Bueno y Misericordioso que Él es, y que Él, el Gran Sanador, vino fue a curar a los enfermos pues los sanos no lo necesitan, y que en el cielo habrá más alegría y fiesta por un pecador que vuelve al buen camino, que por los "buenos" que nunca salieron del redil ni se "enfermaron".
Propósito: Hoy evitaré juzgar a otros y que en mi presencia se haga, consciente de que no soy juez.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Noviembre 3 de 2016
J. RUIZ
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