"...Era casi el mediodía, cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad. Jesús, clamando con voz potente, dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!. Y dicho esto, expiró. Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no había puesto a nadie todavía. El primer día después del sábado, muy de mañana, llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús."
Lucas 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6
Hoy es, para el cristiano, un día de dolor y de esperanza.- De dolor, porque hoy recordamos con nostalgia, y la nostalgia duele, a aquellos que fueron cercanos a nosotros pero ya zarparon en su último viaje. Y de esperanza, porque el fundamento de nuestra fe en Cristo es, precisamente, que Él venció a la muerte, resucitó y con Él nosotros también lo haremos el día que nos corresponda. Como dijo el Gran Pablo: Si Jesús no resucitó, vana es nuestra fe e inútiles nuestros esfuerzos. El dolor de saber ausentes a aquellos a quienes amamos o a quienes por cualquier motivo fueron cercanos a nosotros, se compensa con la alegría que nos da el pensar que ya estarán disfrutando de la paz y la tranquilidad eternas y que talvez un día volveremos a compartir. Por ellos y por nosotros recordemos hoy las palabras del buen ladrón a Jesús en el Calvario: "Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino".
Propósito: Hoy, en el Santo Rosario, recordaré de manera especial a mis conocidos que han partido en el último año.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Noviembre 2 de 2016
J. RUIZ
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