Mateo 9, 9-13
Si estuviéramos aliviados no necesitaríamos al médico, pero en este mundo enfermo de consumismo, todos estamos enfermos.- La ambición y el deseo desmedido de tener, sin importarnos el sufrimiento de todos los que la injusticia social ha vuelto indeseables, ya que el mercado no necesita personas sino clientes, es urgente la intervención de la misericordia divina que logre, con su poder y sabiduría infinitas, parar esta locura. Tenemos que aprender qué quiere decir "misericordia quiero y no sacrificios", y, como Mateo, ser capaces de levantarnos, de salir del abismo, y seguir a Jesús cuando nos dice, de pura gratuidad y bondad, "sígueme". No tenemos mérito alguno para merecer su llamado, somos pecadores. Pero si nuestro corazón está inquieto, despierto y dispuesto, podremos oir su voz y su Espíritu nos dará la fuerza y la sabiduría necesarias para ir tras de sus huellas, con alegría, proclamando y compartiendo su invitación con todos los hermanos.
Propósito: Hoy seré consciente de que no tengo mérito alguno para ser llamado, pues estoy enfermo y necesito médico.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Julio 5 de 2019
J. RUIZ
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