Mateo 13, 24-30
La presencia del mal en el mundo es inevitable. La lucha será para que no acabe con la bondad.- Y, como Jesús sabe que solos no seremos capaces de vencerlo, nos ha puesto innúmeras ayudas para que podamos lograrlo: la oración, la buena disposición para con los demás, la oposición a toda injusticia, y, muy especialmente, la intercesión de su santísima madre, nuestra madre, quien no nos abandonará jamás, y a quien Él es incapaz de negarle nada. Así que no tratemos de excluir a nadie, por malo que nos parezca, porque ya los proyectos del Señor están dispuestos, lo mismo que la manera y los tiempos. Solamente no olvidemos que nuestra misión es amar y servir a Dios y a los demás. Lo de juzgar y condenar no es competencia nuestra.
Propósito: Hoy pediré muy especialmente a María me ayude a discernir el bien del mal en mis proyectos del día.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Julio 27 de 2019
J. RUIZ
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