Lucas 11, 29-32
La máxima señal de la Misericordia de Dios es la presencia de su Hijo, su Palabra, entre nosotros.- Eso es mucho más que Salomón y que Jonás y, sin embargo ante ellos, el rey y su pueblo, se convirtieron. Y nosotros, después de dos mil años, estamos todavía buscando prodigios espectaculares y mágicos, para convencernos del milagro sin creer en quien lo hace. Las señales están por todas partes: la belleza y sincronía majestuosas de la Creación, la vida y la salud con que nos levantamos cada día, el amor y la alegría de sentirnos amados, no sólo por el Padre, sino por las criaturas que están a nuestro alrededor cada día, haciendo nuestros días más amables, placenteros y productivos, y la alegre esperanza de que Jesús estará con nosotros "hasta el fin de los tiempos" ayudándonos a completar nuestra salvación que, sin Él, no sería posible.
Propósito: Hoy pediré al Padre me permita identificar cada día las señales de su infinita misericordia que están a mi alrededor.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Marzo 13 de 2019
J. RUIZ
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