Lucas 15, 1-3.11-32
Hoy es el "domingo de la alegría" porque se nos manifiesta en Jesús el rostro de la Misericordia del Padre.- Ese Padre-Madre que es el protagonista de la narración de Lucas, que siempre nos espera, por más ingratos, botaratas o infieles que hayamos sido, no para juzgarnos o castigarnos, sino para acogernos entre sus brazos. No nos deja siquiera que le demos explicaciones porque ya Él conoce nuestro corazón arrepentido y para Él eso es más que suficiente, y se merece la fiesta y el banquete con que nos recibe. Lo importante es que, si tuvimos la desgracia de caer, no nos quedemos allí. Levantémonos y volvamos. Convirtámonos, como nos lo pide la Iglesia en este tiempo de Cuaresma. Mi padre decía: "Caer para levantarse, no es caer". Y tenía toda la razón. Si nos levantamos y retomamos la marcha, llegaremos.
Propósito: Hoy veré cómo me levanto, me curo de mis aporriones y retomo el camino a la casa de mi Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO LO PROCLAMO !
Domingo. Marzo 31 de 2019
J. RUIZ