"...En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
Mateo 11, 25-30
Si estamos estresados, es porque queremos y no creemos.- "Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso". ¿Qué más queremos? Si creemos en esas palabras de Jesús que, como todas las suyas, "no pasarán", nunca tendremos necesidad de psiquiatras ni terapeutas, porque, en su corazón "manso y humilde" encontraremos descanso para nuestras almas, tristes y fatigadas. Sólo tenemos que tener la humildad y sencillez de un niño para reconocer que solos no somos capaces de hacerlo todo, que necesitamos la ayuda, siempre dispuesta y disponible, de un padre que, con su experiencia y amor, sabrá sacarnos siempre adelante. No nos creamos que nos las sabemos todas, que no es así. Reconozcamos nuestras limitaciones y aceptemos la ayuda que, sin ninguna condición, nos da nuestro Padre Misericordioso.
Propósito: Hoy quiero poner en manos de mi Padre los problemas de salud que me aquejan y aquejan a mi familia, y que, de alguna manera, nos causan aflicción y fatiga.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Julio 9 de 2017
J. RUIZ
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