Mateo 13, 18-23
La tierra buena, es la tierra del amor.- Y es allí, donde el corazón está alegremente abierto y esperanzado, que la buena semilla de la Palabra de Dios puede germinar con todo su esplendor y potencia para dar frutos sanos y abundantes. Pero, sin embargo, conociendo Jesús, el Sembrador, nuestras falencias y debilidades, deja que la semilla de su misericordia se esparza también sobre nosotros, con la esperanza de que, de pronto, con un poco de abono y de cuidado, logremos el grado de fertilidad y feracidad necesarios para germinar y desarrollarnos con producción abundante, para el bien de todos y para gloria del Padre, que a ninguno olvida. Sólo requerimos disposición de corazón para acoger su semilla y evitar que la aridez de este mundo, las aves, las piedras y el mal en general, (egoismo, pereza, injusticia, exclusión, prejuicios) puedan impedir su germinación.
Propósito: Hoy voy a procurar mejorar mi disposición en la lectura de la Palabra de Dios, para comprender mejor su mensaje.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Julio 28 de 2017
J. RUIZ
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