Mateo 8,23-27
"El miedo llamó a mi puerta.
La fe fue a abrir.
No había nadie".
La fe fue a abrir.
No había nadie".
(M.Luther King)
En todos los caminos de la vida siempre habrá riesgo de tempestades y tormentas. Y siempre las tormentas y tempestades traerán pavor y temor al corazón del hombre, llenándolo de miedo. Pero si en ese corazón hay confianza y fe en Aquel que puede, el miedo tendrá que salir huyendo derrotado. Recordemos que Jesús siempre está entre la gente ordinaria, la que llena los días y las noches de la vida haciendo su diario caminar, haya o no haya tempestades y tormentas. Pero, si estas se presentan, allí estará Él, que nunca nos abandonará, limpiando a los leprosos, curando a los paralíticos, animando a los perseguidos, abriendo los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos y levantando a los caídos. Pongamos, pues, nuestra fe en Él, no seamos cobardes y veamos como "hasta el viento y el mar le obedecen".
Propósito: Hoy, en medio de este mar convulsionado y embravecido que es el mundo, repitamos con los discípulos el grito asustado pero lleno de esperanza: ¡Sálvanos, Señor, que nos hundimos!"
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Julio 4 de 2017
J. RUIZ
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