El hombre nunca está satisfecho, siempre está anhelando más, siempre está buscando ir más allá, más arriba, deseando romper los límites. Pero la única manera de lograrlo es por la fe en Dios y en el cumplimiento de su promesa: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" y, solamente con las esperanza de una vida sin término, podremos aspirar a lograr la trascendencia hacia el infinito, como meta de todos nuestros sueños. Y la fe es la que nos ilumina el camino, pues la vida eterna es para después de ésta, pero comienza aquí y ahora. Creamos, y todo será más fácil pues para Dios todo es posible.
Propósito: Hoy haré una oración porque el Padre aumente la fe de los que me rodean, la mía propia y ayude a nuestra incredulidad.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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