Las tinieblas, la oscuridad, nos encadenan, no nos dejan encontrar el Camino. Para salir de ellas necesitamos una luz que nos guíe. Y esa "luz vino al mundo y los hombres no la recibieron". No puede ser posible que un cristiano ame más la oscuridad que las tinieblas. Tenemos que hacer obras buenas, obras que puedan ser mostradas a la luz, que no tengan que esconderse en las tinieblas porque son malas, porque no se ajustan al Proyecto del Padre Misericordioso, que nos amó tanto que nos envió a su Hijo a morir por nosotros, únicamente por amor, para que así recuperáramos la vida eterna que habíamos perdido por nuestra infidelidad. Obras buenas: proclamar la Buena Noticia en todas las oportunidades posibles y servir a los demás sin condiciones, como nos lo enseñó, con sus Palabras y con su vida toda, el divino Maestro.
Propósito: Hoy procuraré que todas mis acciones puedan ser expuestas a la luz porque son obra de la verdad.
¡FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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