Jesús "exclamó con fuerte voz", gritó, porque lo que dice es muy importante. Nos recuerda que vino a salvarnos, no por sí mismo, sino por mandato del Padre que, porque nos ama, no quiere que nos perdamos. Y a ese "grito" debemos responderle creyendo en Él y aceptando sus Palabras; no con el rechazo o con la indiferencia porque entonces, no tenemos quien nos salve, sino quien "nos juzgue". Y aceptar su Palabra es vivirla, hacerla parte de nuestro diario accionar, convencidos de que es Verdad y de que es Palabra de Vida eterna. Es decir: debemos aceptarla con amor así como con amor nos ha sido dicha, y hacerla amor para los demás en nuestra vida diaria, porque Él así lo quiere.
Propósito: Hoy tendré presente que Jesús vino a salvarme, no a condenarme.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Abril 29 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario