Juan 6, 35-40
La fe es el comienzo de la vida eterna, de nuestra trascendencia. Y es un don enteramente gratuito de Dios, y que nos lo concede a todos y a cada uno, de una u otra manera y en mayor o menor grado. Pero debemos estar interesados en que nos lo dé. Es decir que, en cierto modo, nuestra fe depende de la respuesta que le demos a su ofrecimiento: querer recibirla y querer acrecentarla con nuestras oraciones y con la lectura de su Palabra. Y el alimento de esa vida es Jesús mismo que así se nos dá para permanecer con nosotros y hacer crecer y hacer frutecer nuestra fe.
Propósito: Hoy revisaré cómo es mi respuesta al ofrecimiento de mi Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Abril 22 de 2015
J. RUIZ
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