Mateo 26, 14-25
Si es verdad que hay cosas tan dolorosas y tristes como la traición de un amigo (Jesús en alguna ocasión les había llamado "amigos" a sus discípulos), también hay cosas, no por misteriosas menos maravillosas, como la forma en que a veces Jesús nos llama: "Id a casa de fulano y decidle:...en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos". ¿Quién sería ese fulano? No sería muy de sus íntimos pero sí sería de los que tienen, no sólo los oídos, sino también el corazón, dispuestos a escuchar esa "llamada interior" con la que, en cualquier momento y de cualquier forma (una lectura, una reunión con un grupo, una homilía), el Maestro pueda llamarnos. Y, si estamos dispuestos, como el "fulano" de hoy, Él vendrá, entrará a nuestra casa y allí celebrará su Pascua. Y podrá olvidarse, o al menos mitigarse, el dolor de la traición.
Propósito: Hoy procuraré estar listo y dispuesto a escuchar Su llamada y a abrir mi puerta para celebrar la Pascua.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Marzo 31 de 2015
J. RUIZ
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