Multitud en busca de... "...Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos. Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí? Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello. Ellos le dijeron: ¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios? Jesús les respondió: La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado".
Juan 6, 22-29
El reproche de Jesús a las gentes del mar de Tiberíades es también para nosotros. Muchas veces le buscamos, no porque "hemos visto (comprendido) las señales", sino porque nos hemos saciado de pan material: alimento, diversiones, salud. No es que ello sea malo, Él mismo nos los provee. Pero no es lo más importante: "el alimento que permanece para la vida eterna", y que no nos lo da sino la fe en Él. Todo lo que contribuya a que esa fe crezca en nosotros, lectura de la Palabra, reuniones comunitarias, homilías, retiros,es el alimento espiritual que Jesús quiere que busquemos primero que todo, porque es lo que verdaderamente importa.
Propósito: Hoy buscaré en la oración y en mis lecturas el alimento espiritual que es lo que verdaderamente necesito.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Abril 20 de 2015
J. RUIZ
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