Juan 6, 52-59
Jesús se va. Vuelve al Padre de donde vino a cumplir la misión que Él le encomendó. Pero nos ha amado tanto que no quiere separarse de nosotros y se inventa el modo de permanecer y vivir entre nosotros, comunicándonos permanentemente su vida y calmando el hambre y la sed de trascendencia que nos acosa, que las maravillas que el mundo nos ofrece no pueden calma, y que nos acompañará hasta que también nosotros regresemos a la Casa del Padre, una vez hayamos cumplido nuestra misión personal. No nos cansemos de agradecerle esa deferencia aceptando con alegría y amor su invitación al banquete de la Eucaristía, cada vez que nos sea posible. No olvidemos que ese es el alimento que nos evitará morir para siempre, y nos ayudará a cumplir con su pedido máximo: amar a los demás como Él nos ha amado.
Propósito: Hoy agradeceré al Señor su compañía en la Sagrada Eucaristía.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Abril 24 de 2015
J. RUIZ
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