Marcos 16, 15-20
Después de las varias apariciones a sus discípulos, animándoles y manifestándoles su poder, les envía a cumplir la misión de llevar la Buena Nueva a todos los rincones del mundo, dotándolos para ello de los poderes con los que, por la fe en Él, serán capaces de "mover montañas", "hablar lenguas nuevas" y "expulsar demonios". Así lo hizo Marcos o Juan Marcos, como también es llamado en alguna parte, el que fue gran compañero de Pedro, quien lo llegó a llamar "hijo", y a quien interpretó en su Evangelio, el primero, cronológicamente, que fue escrito, aproximadamente entre los años 60 o 70. Y con ese amor que distinguió a todos los apóstoles, fue testigo fiel hasta la muerte, también como todos ellos, con excepción de Juan. Es el ejemplo que nos propone hoy la Iglesia en su liturgia para que tratemos también nosotros de imitar en la misión que, como bautizados, tenemos todos de proclamar el Reino de Dios, la Buena Nueva, que ya está entre nosotros.
Propósito: Hoy en mi oración pediré al Señor la claridad y la fuerza necesarias para ser su testigo.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Abril 25 de 2015
J. RUIZ
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