Lucas 4, 24-30
"Ningún profeta es bien recibido en su patria". Talvez esta frase, aprendida desde niños, nos ha servido muchas veces de excusa para no tratar de proclamar el Reino de Dios entre nuestros familiares y conocidos; para no ser "profetas", entre nuestros vecinos y entre los que nos conocen. Profeta es el que habla en nombre de otro, el que lleva el mensaje de otro. Y lo que Jesús nos quiere decir con esta frase no es que nos abstengamos de profetizar a los nuestros porque seremos rechazados, sino que nos lo advierte, para que no nos coja de sorpresa. Fue profeta el Bautista entre los suyos y le costó la vida y lo mismo a Jesús, el mayor de los profetas. Si nos llamamos sus seguidores no podemos sentir miedo ni comer del "qué dirán". Seamos testigos sin condiciones y con las consecuencias que haya que pagar.
Propósito: Hoy procuraré ser testigo de Jesús ante quien se encuentre en mi camino.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Marzo 9 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario