Mateo 1, 16. 18-21. 24
De José, el padre designado por Dios para cuidar a su propio Hijo, no nos ha llegado, ni en los Evangelios ni en la historia, ninguna palabra salida de su boca. El evangelista nos cuenta simplemente que "era un hombre justo". ¡Nada menos! Un hombre justo es el que vive la fe y la Palabra de Dios. Por eso José, que se encontraba "cabizmundo y meditabajo" porque quería mucho a su esposa María y no alcanzaba a comprender cómo estaba en embarazo, aunque, como la conocía, sabía que debía haber alguna explicación. Y Dios le envía su ángel a que le dé la explicación que busca. Y la fe y la humildad que lo guían por el camino que es, le devuelven la paz y la tranquilidad y la fuerza para abandonarse por completo a la voluntad del Padre. ¡Qué modelo de hombre grande! Imitémoslo.
Propósito: Hoy procuraré aceptar, sin complicaciones, lo que el Buen Dios quiera mandarme.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Marzo 19 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario