Marcos 12, 28-34
Más claro no es posible: amar a Dios y a los demás, es lo más grande y es lo primero que un cristiano debe hacer, y en función de lo cual debe vivir su vida toda, teniendo siempre, como referencia de ese amor, a Jesús, cuyo amor al Padre y a nosotros lo llevó a darse a sí mismo como plenitud de amor. Amar a Dios y a los demás es quitarme yo para poner a Dios y a los otros en mi lugar. O, como diría Pablo, "Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí". ¿Sí somos capaces de dejar de hacer algo porque, de alguna manera, ofende a Dios o a alguno de nuestros hermanos? Es tiempo de recogimiento y conversión. Probémoslo.
Propósito: Hoy procuraré no hacer nada que pueda ofender a alguno de quienes están a mi alrededor.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Marzo 13 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario