Mateo 23, 1-12
Indudablemente a todos nos gusta ser reconocidos y recibir agradecimientos. Pero si obramos esperando solamente eso, estamos perdiendo el tiempo: no nos sirve más que para alimentar nuestro orgullo y nuestro egoísmo. El primero no es el que recibe los aplausos sino el que sirve, dijo Jesús. Pero si lo hacemos con rectitud de intención nos importa más que no nos aplaudan, para ir así acumulando reconocimientos que el Padre, que todo lo conoce y no se queda con nada, nos hará un día cuando, con su ayuda, lleguemos a su Casa. Acoger y servir, sólo por amor a Dios y a los demás, incondicionalmente, sin buscar otra cosa que contribuir a su grandeza y a su gloria, debe ser nuestro objetivo aquí en la tierra.
Propósito: Hoy, y en adelante, trataré de evitar los reconocimientos por cualquier cosa que haga ya que esta sólo será para gloria de Dios.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Marzo 3 de 2015
J. RUIZ
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