Lucas 18, 9-14
No es que sea mentira lo que el fariseo está diciendo. Lo que pasa es que no tiene remordimiento, conciencia o sentimiento de culpa (que todo viene a ser lo mismo) que le haga caer en cuenta de que no es perfecto, de que es pecador, como lo somos todos. Y, cuando se está enfermo, lo primero para recobrar la salud, es reconocerlo. Por eso él no salió purificado de la presencia del "Médico", pero sí el pobre publicano, que, por el contrario, no se consideraba digno de nada y que no hacía más que pedir perdón por sus faltas. El sentimiento de culpa o remordimiento, que hoy consideramos prácticamente como un mal psicológico, una aberración, es necesario para nuestra vida espiritual, pues nos hace caer en cuenta de lo que, por alguna razón, está mal, y protesta contra nuestra existencia auto-satisfecha.
Propósito: Hoy procuraré darme cuenta de todo el camino que me falta.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Marzo 14 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario