![Señor, tienes palabras de vida eterna](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vTKqopZCnEkY6c9f2rGNM7xAhG9IdXF_jI3B-efyGGGBGMScDtopk9TqPTNCphDZ0cymQfK1mvUfwmohnv6KJH908rzNFq3SBYMwaDbSQC5yRZGRsajTVpjEKlAakk7BT7Ma0iCv2UFsxklDFQOw=s0-d) |
Señor, tienes palabras de vida eterna |
"...En aquel tiempo muchos discípulos de Jesús al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo? Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?... El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".
Juan 6, 60-69
A los judíos de aquellos tiempos, entre ellos muchos discípulos de Jesús, les pareció duro y repugnante tener que comer y beber su carne y su sangre. Estaban con Él únicamente porque les había dado alimento gratis y sanaba a los enfermos. Se contentaban con muy poco. Su felicidad era muy barata. Y hoy también nos ofrecen por todas partes remedos de felicidad: carros de lujo, éxito en el trabajo, ropas y alimentos finos, que talvez nos den un poco de alegría pero no más, porque son cosas efímeras, pasajeras. Pero si nosotros sabemos y creemos que existe OTRA FELICIDAD que nunca termina ni tiene límites, si somos sensatos, debemos optar por ella, aunque su costo nos parezca duro y repugnante y tengamos que cruzar por el Calvario con nuestra cruz a cuestas, pero siendo fieles al Maestro, a pesar de nuestras debilidades, y diciéndole como Pedro: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".
Propósito: Hoy evaluaré cuál es la felicidad que quiero.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Abril 20 de 2013
J. RUIZ
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