Multiplicación de los panes y peces |
Juan 6, 1-15
El muchacho de los cinco panes y los dos peces, al ser requerido, dijo sinceramente: ¡Ojalá alcanzara para todos, pero sólo tengo esto! Y Jesús, ante esa intención carente de egoismo alguno, no se fijó en que la cantidad fuera poca, sino que la multiplicó hasta el infinito, hasta donde fuera necesario, para que todos quedaran saciados. Y otro día, viendo a la gente depositar sus limosnas en el templo, también dijo que una pobre viuda que había echado la moneda de valor más pequeño de aquellos tiempos, había dado más que cualquiera otro, porque dio todo lo que tenía, por pequeño que fuese. Sí, el Maestro mira es la intención con que hacemos las cosas y según sea ésta, Él se encarga de que sea tan eficaz como sea necesario. También nos recuerda ese Evangelio la necesidad de no desperdiciar los alimentos: en este mundo de hoy, con miles de millones de personas hambrientas del alimento material, es pecado grave desperdiciarlo. Seamos conscientes de esto, seamos solidarios y compartamos: es el amor en acción, es la caridad.
Propósito: Hoy compartiré lo que pueda, sin evaluar si es mucho o poco.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Abril 12 de 2013
J. RUIZ
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