Marcos 2, 18-22
Debemos convertirnos en "odres nuevos" para recibir el "vino nuevo" que nos llega con la presencia de Jesús entre nosotros y con la fuerza iluminada con que el Espíritu Paráclito hace que la tomemos como centro de toda nuestra existencia y que la vivamos como preparación efectiva para el goce y disfrute pleno del Reino del Señor. Y debe ser vivida en alegría porque es tiempo de "bodas": el "novio" está entre nosotros y la fiesta ha comenzado. No es tiempo de penitencia ni de ayuno. Un día nos alejaremos del esposo por nuestras faltas de pecado y nos encontraremos, entonces, tristes y desorientados. Será en ese momento el tiempo del ayuno y de la abnegación, de la oración y de la súplica, para buscar la purificación que nos haga volver a encontrar la paz y la felicidad que solamente hallaremos en la presencia liberadora del Reino de Dios entre nosotros, que se realiza en el amor a Él y en el servicio a los hermanos.
Propósito: Hoy revisaré el estado en que me encuentro como "odre" para recibir el "vino nuevo", en este AÑO DE LA FE.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Enero 21 de 2013
J. RUIZ
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Nuestra parroquia dirigida por el Padre Dionisio Navarro y por todos quienes se sienten parte de ella, desean enormemente compartir contigo las experiencias de la nueva evangelización, en un municipio que agoniza por la pobreza y la violencia, pero que no para de soñar, nunca. SOLO A DIOS EL HONOR Y LA GLORIA....
lunes, 21 de enero de 2013
UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA
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