María guardaba todo en su corazón |
Lucas 2, 16-21
Los pastores, gente del campo, sencilla y sin dobleces como los niños, no se pierden en elucubraciones filosóficas sobre lo que les han anunciado los ángeles. Simplemente lo aceptan con la misma natural admiración con que aceptan y disfrutan diariamente, la maravilla del sol que se levanta todos los días a calentar el mundo, frío por las tinieblas de la noche, y corren los primeros a ver y gozar de ese encuentro con la vida y con la salvación que ha llegado a aquella pesebrera de Belén. Amor, sencillez, humildad, alegría y simpatía, es lo que se ve y se siente en todos los personajes protagonistas de aquellos hechos maravillosos y trascendentales para la humanidad. Y María, cuya fiesta como Madre de Dios, celebra hoy la Iglesia, es la primera en hacer resplandecer esas virtudes, y además, la discreción, pues, a pesar de saberse grande, "guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón". Y allí, en medio de todos, estaba Dios en la forma humana de un niño, bendiciendo y santificándolo todo con su presencia liberadora. Amor, sencillez, humildad, alegría, es el ambiente necesario para que Dios se haga presente; y con Él, la paz y la justicia que son la felicidad que buscamos desde siempre.
Propósito: Hoy haré un buen examen de lo que no estuvo muy bien en mi vida durante el año que pasó, para dejarlo atrás, con la ayuda de Dios.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
QUE TENGAS UN BUEN AÑO EN EL QUE EL AMOR A DIOS Y EL SERVICIO A LOS DEMÁS, SEAN LA PRIORIDAD
Martes. Enero 1 de 2013
J. RUIZ
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