Una "palanca " fuera de serie |
Juan 2, 1-12
El Evangelio de hoy nos da a conocer la intercesora formidable que tenemos en el cielo, muy cerca del Señor: María, su madre amantísima. ¡Cuántas veces a nosotros se nos "acaba el vino"! La fe, la paciencia, la confianza en Dios, el amor a la justicia, el perdón...todas aquellas virtudes y valores que hacen alegre nuestra "fiesta" y que, al acabarse o debilitarse demasiado, con toda seguridad nos la echarán a perder. Pero allí está María, nuestra madre, siempre solícita y pendiente de que todo marche bien. Y cuando se da cuenta de lo que hace falta y de lo que por ello puede pasar, se dirige a su Hijo que ella sabe más poderoso y, de la manera más delicada, se lo hace saber. Y, aunque Él no se muestra muy interesado en ayudar, ella nos dice: "Haced lo que Él os diga". Conoce cómo es el corazón de su Hijo y sabe que no va negarle nada. Y Jesús, que tanto la ama, no tendrá más remedio que acceder a su petición y ofrecernos el "vino nuevo" de su gracia infinita y compasiva, para salir de los problemas en que nuestra debilidad o falta de previsión, como en el caso de aquellos novios, nos hayan metido. Aprovechemos, pues, esta "palanca" tan poderosa que la bondad inconmensurable de Dios ha puesto a nuestro alcance: en todos los peligros y dificultades, invoquemos a María.
Propósito: Hoy invocaré a María, mi Madre, cuantas veces me acuerde.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Enero 20 de 2013
J. RUIZ
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