Lucas 6, 6-11
Una Iglesia que no sana, también está enferma. Sanar es lo mismo que salvar.- Y es lo que Jesús hacía y es lo que quiere que hagamos los que nos consideramos testigos y seguidores suyos y de su Palabra. Antes que condenar o poner condiciones o juzgar, Jesús salvaba, Jesús sanaba de cualquier enfermedad que aquejara a quien se atrevía a levantarse y a seguirlo. Extendía su mirada y su mano sólo para ayudar a levantarse al que caía, no para señalar ni excluir. No tengamos miedo, nos dijo muchas veces. Atrevámonos, levantémonos y sigámosle, viviendo coherentemente, según sus enseñanzas, que Él siempre estará allí para ayudarnos por difícil y oscuro que pueda parecernos el camino. Él siempre estará allí para alumbrarlo. No dejemos que la Iglesia, que somos nosotros, continúe enferma de arrogancia, por falta de humildad
Propósito: Hoy y siempre procuraré ser coherente en lo que pienso, en lo que siento, en lo que digo y en lo que hago.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Septiembre 9 de 2019
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario