Lucas 5, 33-39
Si en el Bautismo hemos recibido el Vino Nuevo de la presencia de Jesús, nuestra vid debe ser el Odre Nuevo que la acoja y la proclame.- Por eso debemos vivir en comunicación constante con el Padre para que nos ayude con su espíritu a discernir cuándo es tiempo de ayuno y cuándo es hora de disfrutar de la fiesta que es ese encuentro con Jesús. Porque esa presencia de Jesús en nosotros es una gracia, es un don, es un regalo que Él nos dá únicamente porque nos ama y quiere permanecer con nosotros, y que no merecemos de ningún modo, pero en la oración ese amor se va transmitiendo a nosotros y va haciendo que el proyecto del Padre, de hacernos plenamente felices, se cumpla.
Propósito: Hoy,y en adelante, quiero que mi oración me vaya haciendo crecer en el amor que me haga plenamente feliz, según el proyecto del Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Septiembre 6 de 2019
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario