Juan 3, 13-17
La liturgia de la Iglesia católica celebra hoy con gozo la exaltación de la Santa Cruz.- Exaltar es poner en lo más alto, lo más arriba posible a algo o a alguien. En la cultura oriental, en la época de Jesús, la cruz era signo de ignominia y era el instrumento de tortura en que condenaban a muerte a los peores criminales. Pero, desde que Dios la puso en el desierto del éxodo como señal de sanación para aquellos a quienes picaban las serpientes, se convirtió, para los cristianos, en instrumento seguro de salvación. Por eso no debemos banalizar su exaltación usando cruces ostentosas como adorno. o cuando la repetimos, haciendo un garabato sobre el rostro, sin ningún respeto. "Mirad el árbol de la cruz, donde colgó el Salvador del mundo: venid y adorémosle" (Liturgia del Viernes Santo). Si conseguimos superar el escándalo y la locura de Cristo crucificado, no hay más que adorarlo y agradecerle su Don. Y buscar decididamente la Santa Cruz en nuestra vida, para llenarnos de la certeza de que, «por Él, con Él y en Él», nuestra donación será transformada, en manos del Padre, por el Espíritu Santo, en vida eterna: «Derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados".
Propósito: Hoy haré un acto de adoración a la Santa Cruz con la conciencia de que ahí está Jesús para ser mi salvación.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Septiembre 14 de 2019
J. RUIZ
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