Lucas 9, 11-17
El cuerpo de Cristo es el alimento que le sigue haciendo falta al mundo.- Lo mismo que la falta del alimento material que aún sigue siendo causa de tantas angustias y de tantas tragedias en el mundo. El pan y el vino, los panes y los peces, el bollo limpio y la chicha de maíz, siguen siendo para la humanidad un verdadero sacramento de vida. Y el mandato del Señor sigue siendo el mismo: "Dadles vosotros de comer". Pero, como hace dos mil años los discípulos, seguimos nosotros pensando sólo en que necesitamos demasiado dinero para comprar alimento suficiente para todos. Como entonces, no se nos ocurre pensar que Jesús quiere y puede solucionar el problema pero quiere nuestra cooperación, quiere que compartamos lo que tenemos y nuestra disposición, y la multiplicación se dará por añadidura por su poder divino. Saciar el hambre del mundo, el hambre material del cuerpo para poder tener vida y el hambre espiritual, para que también el espíritu se mantenga activo, es la misión. Y el único alimento que nos puede saciar es el cuerpo y sangre de Cristo, como Él, por su amor, quiso que fuera.
Propósito: Hoy trataré de dar la importancia que tiene al hecho de poder compartir algo con alguien que lo necesite.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Junio 23 de 2019
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario