Mateo 5, 43-48
"Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.- Esa tarea es grande, no? Y Dios es Amor. Es El Amor perfecto. Y ¿cómo hacemos? Pues el mismo Dios, en su perfección de Padre, que conoce y está pendiente de sus hijos, nos muestra los posibles caminos que, con mayor facilidad, nos conducirán hasta el lugar más cercano a esa meta. Y, lo primero, es el perdón y la misericordia. Mejor dicho, el perdón y la misericordia son inherentes al amor. Si se ama de verdad siempre habrá que perdonar y tener misericordia. Esa fue la vida de Jesús: perdonarnos constantemente nuestras debilidades e infidelidades y cubrirnos con su misericordia infinita. Comencemos por no culpar a nadie por nada de lo que nos pasa, asumamos nuestras responsabilidades y miremos siempre al otro con amabilidad y con ánimo de servicio incondicional. Creo que así empezaremos bien.
Propósito: Hoy trataré de no inculpar a nadie por nada que me pueda pasar.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Junio 18 de 2019
J. RUIZ
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