Mateo 6, 7-15
Todos necesitamos un padre, aunque digamos que no, para venir a llorar nuestros fracasos o a pedir su colaboración.- Jesús lo sabía bien y por eso nos enseña a llamarlo "Padre nuestro". Y, como el Padre misericordioso siempre sabe lo que su hijo necesita y lo que es de su conveniencia, no son necesarias muchas palabras para hacernos entender. Bastan unas pocas peticiones referentes a Dios mismo: que sea santificado su nombre, que su Reino venga a la tierra y que se haga su voluntad. Y otras tantas referentes a nosotros: que no nos falte el pan, que se nos perdonen nuestras faltas, que no nos deje caer en las tentaciones y que nos libre del mal. Eso sí, que perdonemos a los demás también, así como queremos ser perdonados. ¿Que es difícil perdonar al que nos causa una gran ofensa? Sí, pero si Jesús, que es mucho más grande que nosotros, ¿o no?, pudo hacerlo, porqué nosotros no?. Por nuestra soberbia que nos impide rebajarnos a la altura del otro. Un poco de humildad nos haría las cosas mucho más fáciles, creo yo. Es lo que necesitamos en Colombia las víctimas de los violentos, que somos todos, para que el proceso de paz comience al fin a marchar.¿Estaré muy equivocado?
Propósito: hoy revisaré a ver si alguien "me la debe" para hallar la forma de cancelar esa "gran ofensa" desde el olvido.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Junio 20 de 2019
J. RUIZ
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