"...En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito. Decían algunos de los de Jerusalén: ¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que este es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es. Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me envía el que me envía; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado. Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora".Juan 7, 1-2. 10. 25-30
Las gentes no querían reconocer a Jesús porque Él es la Verdad, y la verdad puede incomodar.- Incomoda a todo aquel que no se resuelve a amar de verdad, como debe ser, pensando en los demás antes que en uno. Y Jesús es la Verdad porque es Amor y el uno sin la otra no puede ser. Los que se aman tienen que ser honestos en la verdad siempre, o, de lo contrario, ese amor irá al fracaso. Las manos y la actitud toda de los que se aman siempre están tendidas hacia el otro, bien sea para acariciar, ayudar o sanar. Si de veras queremos ser seguidores de Jesús, también nuestra actitud debe ser siempre a buscar la verdad y a hacerla costumbre y hábito de nuestras vidas.
Propósito: Hoy leeré el libro que siempre me llevará por los caminos de la verdad: la Biblia.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Abril 5 de 2019
J. RUIZ
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