Juan 3, 1-8
Hoy el Evangelio nos habla de la necesidad del Bautismo que es una purificación por el agua para nacer de nuevo.- Es un renacer, un volver a nacer, un nacer de lo alto, una conversión. La inmersión en el agua significa la purificación; y la salida de ella, simboliza nuestro renacer a una vida nueva, con otros patrones a seguir, distintos a los que el mundo hasta ahora nos ha mostrado o nos ha impuesto. Hemos de considerar ahora que todas nuestras acciones deberían estar basadas en el amor y en la misericordia de unos con otros y de todos con Dios, sirviéndonos, compartiendo y todos procurando el mejor mantenimiento de la Casa Común, como vino a enseñárnoslo, con su vida, con su muerte y con su Resurrección, nuestro Maestro y Modelo, Jesús. Si no vivimos ese "renacer", no podremos ver el Reino de Dios, como es nuestro deseo y nuestro destino.
Propósito: Hoy pensaré un poco en la Promesas del Bautismo que renovamos el sábado de pascua.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Abril 29 de 2019
J. RUIZ
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