"...En aquel tiempo muchos discípulos de Jesús al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo? Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?... El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".Juan 6, 60-69
La clave es la fe. Y como no podemos creer, tener fe, en alguien si no le amamos, la clave es el amor.- Entonces no habrá cima por más empinada que sea que no podamos conquistar, ni obstáculo más difícil que no podamos remover de nuestro camino. Y esa fe y ese amor deben estar respaldados y apoyados por la fidelidad permanente, no a raticos, ni únicamente para las cosas que nos convienen. Y, además, compartidas con los hermanos, lo mismo que la alegría y la seguridad que ellas producen. Así era en las primeras comunidades que, como dijo Pedro desde la inspiración del Espíritu Santo, presente siempre en ellas, "¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna". La vida del espíritu, la vida espiritual, mantenida por la oración, es la que la hace crecer hasta ser "Vida eterna".
Propósito: Hoy revisaré si mi fe si está basada en el amor y si trato de compartirla.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Abril 21 de 2018
J. RUIZ
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